PARA CONTROLAR LOS NERVIOS AL HABLAR EN PUBLICO.
Norberto Corella Torres.
En colaboraciones anteriores ya he dicho que es muy común que los nervios ataquen, y a veces traicionen, a quien va a pronunciar un discurso. Incluso los actores famosos, los locutores o los comunicadores, experimentan sensaciones parecidas a traer mariposas en el estómago, o que les tiemblen las piernas (las corvas dicen). Incluso en ocasiones, aún que se sepa lo que se va a decir se alteran los nervios.
Los oradores experimentados ya saben que esa sensación de nerviosismo, o niveles altos de adrenalina, disminuyen en cuanto se empieza a hablar. Pero a los oradores primerizos es importante hacerle saber estos consejos les pueden ayudar:.
- Adopte una actitud positiva. Piense que algo bueno saldrá de su actuación. Sus amigos lo felicitarán y los demás apreciarán su esfuerzo.
- Analice a su público. Busque caras conocidas y amigables. Piense que como sus intenciones son buenas, no hay razón para que los escuchas sean hostiles con usted.
- Tenga a manos unas notas. Aunque esté bien preparado, siempre existe el recurso, en el peor de los casos, de leer los apuntes.
- Imagínese que será todo un éxito. Esto le dará confianza, además de que no cualquiera se para frente a un auditorio.
- Evite una atención excesiva sobre su persona, utilizando apoyos audiovisuales. Si el mensaje lo permite, auxíliese con acetatos, filminas o carteles. Esto además le facilitará el recordar su mensaje.
- Familiarícese con la sala y el estrado. Antes de empezar la sesión parece en el estrado y revise el micrófono. También recorra la sala y mida la intensidad de la luz y vea si puede hacer algo con la temperatura ambiente, en caso de no ser de su agrado
- Relájese, descanse y evite los estimulantes. Asista a la sesión descansado y relajado. Haga ejercicio y practique la respiración diafragmática.
- Domine a la perfección la introducción y el final. Las primeras palabras pueden ser las que más impacten a su público y es importante tener listo el final si por alguna razón tuviera que acortar sumensaje.
- Vístase con elegancia y sencillez. Halague a los demás con su manera de vestir, pero sin exagerar. Recuerde que lo importante es que se sienta a gusto.
- Recurra al humor. Si el mensaje lo permite, un comentario chusco será agradecido por el público.
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